
Las personas que padecen hígado graso no alcohólico podrían disminuir sus niveles de obesidad y grasas consumiendo azúcar natural, revela un estudio presentado en la revista Science Signaling.
Brian J. DeBosch, especialista de la Universidad de Washington, recordó que esta condición médica, relacionada con la obesidad, afecta al 25 por ciento de la población en Estados Unidos y no existen fármacos para ella, pero la pérdida de peso puede reducir la cantidad de grasas en el hígado.
DeBosch realizó un estudio con dos grupos de ratones a los cuales alimentó, al primero con una dieta alta en fructosa y al otro le ofreció una dieta con fructosa y un 30 por ciento de un azúcar natural llamada trehalosa.
Los resultados indican que, al alimentarlos con azúcar natural, éstos desarrollaron un proceso de limpieza celular que eliminó los excesos de grasa en las células del hígado.
«En general, si se alimenta a un ratón con una dieta rica en azúcares desarrolla problemas del hígado. Pero lo que encontramos es que, si se le alimenta con fructosa y un 3 por ciento de azúcar natural, el resultado es el opuesto», explicó el investigador en gastroenterología pediátrica.
Los ratones alimentados por este método presentaron pérdida de peso y, al final del estudio, niveles normales de colesterol, ácidos grasos y triglicéridos, apunta el especialista.
Las evidencias sugieren que el hígado graso no alcohólico se presenta cuando el hígado trabaja mucho para procesar la dieta en el azúcar, especialmente la fructosa, que se encuentra de forma natural en las frutas, pero también en las dietas con alimentos procesados.