
El Economista / EcoDiario
Cáncer, enfermedad coronaria, diabetes, epilepsia, esclerosis múltiple, derrame cerebral, Alzheimer, VIH, Parkinson, lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide son algunas de las enfermedades crónicas que originan depresión a los afectados, tal y como ha informado la Plataforma de Organizaciones de Pacientes con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud.
De hecho, la asociación entre las enfermedades crónicas y el riesgo de depresión ha sido ya descrita por el National Institute of Mental Health, perteneciente a la red del Departamento de Salud de Estados Unidos. En concreto, este organismo asegura que es frecuente sentirse triste o desalentado después de un infarto o un diagnóstico de cáncer o, también, si está en tratamiento para una afección crónica, como el dolor.