
La Jornada
La diabetes puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluida la piel. Se estima que hasta un 33 por ciento de las personas con la enfermedad en algún momento de su vida sufren un cuadro dermatológico, según la Asociación Americana de Diabetes.
Un síntoma que puede pasar desapercibido es la comezón. “La gente se rasca sin motivo aparente y muchas veces esa sensación se acompaña de sequedad, que suele atribuirse a factores ambientales. Sin embargo, hay que examinar el interior del organismo en busca de alteraciones, incluidas las de tipo diabético”, refiere el doctor Gregorio Podoswa Mier Martínez, dermatólogo egresado de la Universidad de Guadalajara (UdeG).