
Por OMENT
En la etapa preescolar (2 a 5 años) se debe continuar con el establecimiento de hábitos de alimentación saludables. Los padres y cuidadores determinan qué alimentos están disponibles, en qué cantidad, en qué momento se ofrecen y el ambiente en el que se come. Por lo tanto, ellos deben apoyar a los niños a aprender a tomar decisiones en su alimentación.
La dieta que se ofrece al niño debe procurar un sano crecimiento y desarrollo, sin deficiencias ni excesos. Ésta debe basarse en una alimentación rica en productos de origen vegetal, con énfasis en verduras, frutas, leguminosas (frijoles, habas, lentejas, alubias), nueces, semillas y cereales de grano entero (como arroz, pan y pasta integrales). Además, dar porciones adecuadas de lácteos, carne sin grasa, pollo y huevo.
Los alimentos ricos en calcio y hierro son importantes para el desarrollo de huesos y dientes sanos y la prevención de la anemia, respectivamente. Para asegurar el consumo de calcio, se recomienda el consumo de leche semidescremada (a partir de los 2 años no es necesario tomar leche entera), yogurt natural (sin azúcar añadida) y quesos (de preferencia frescos). Para la ingesta de hierro, se recomienda el consumo de alimentos de origen animal (pescado, pollo, cerdo, res), así como de leguminosas, verduras de hoja verde y cereales fortificados.
Se debe evitar el consumo de alimentos con gran contenido de azúcar o grasa añadida, porque éstos contribuyen a un exceso de calorías ofreciendo pocos nutrimentos de calidad. En cuanto a las bebidas, siempre se debe ofrecer agua simple. Para estos grupos de edad se recomienda el siguiente número de porciones por día:
Los alimentos deben prepararse de preferencia hervidos, asados o a la plancha, limitando frituras y empanizados. Se recomienda tener un horario establecido de comidas y colaciones.
El ambiente en el que se ofrecen los alimentos también determina su aceptación y la adopción de buenos hábitos para toda la vida. Cuando a los niños se les obliga a comer (‘acabarse el plato’) y no se les permite decidir el dejar de comer cuando están satisfechos, no se les está enseñando a consumir sólo lo necesario para saciar su hambre. Por esto, no se les debe presionar para comer de más. Además, el usar la comida como incentivo de buenas o malas acciones (‘si te portas bien, te doy un dulce’) puede condicionar a los niños a repetir estos comportamientos en la vida futura.
Las preferencias por los alimentos se basan en qué tan expuestos están los niños a ellos. Un alimento puede ser ofrecido de 8 a 12 veces hasta superar el rechazo de un alimento nuevo. Se recomienda felicitar al niño cuando pruebe algo nuevo, pero no criticarlo si no lo hace.
Además, es importante comer en familia, en un ambiente tranquilo, sin distracciones como los aparatos electrónicos o la televisión. En este aspecto, se debe controlar su uso durante el día y abstenerse de tener televisión en los cuartos. Dormir bien también es un factor que contribuye para mantener un peso corporal sano.
De igual manera, los niños deben estar físicamente activos al menos una hora diaria, así como evitar largos periodos inactivos. Las actividades deben incluir el juego no estructurado como correr, saltar, andar en bicicleta, jugar en el parque, y si es posible, practicar algún deporte. Si los padres practican actividad física, es más probable que los hijos los imiten y la quieran realizar.
Hay que tomar en cuenta que se está formando la relación del niño con la comida que impactará en una vida futura. Por tanto, si se ofrecen alimentos con alta cantidad de calorías, grasa y azúcar, en porciones grandes, en todo momento, y se premia con comida, es probable que estas conductas se mantengan en la vida adulta, predisponiendo al niño a padecer sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes.
El fomentar hábitos de alimentación saludable y de actividad física permite lograr un adecuado desarrollo físico y mental. Estas acciones deben estar presentes en todos los ambientes en los que se desenvuelve el niño, incluyendo la casa y la guardería o escuela, y con todos los cuidadores que intervienen en su vida.
Referencias
Academia Nacional de Medicina. Guías alimentarias y de actividad física en contexto del sobrepeso y obesidad en la población mexicana. Disponible desde https://www.anmm.org.mx/publicaciones/CAnivANM150/L29_ANM_Guias_alimentarias.pdf
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National Health Service. What to feed Young children. 2016. NHS Choices. Disponible desde: https://www.nhs.uk/conditions/pregnancy-and-baby/understanding-food-groups/