
El Economista / EcoDiario
Científicos de la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos, descubrieron que el mismo tipo de células grasas que ayudan a los bebés recién nacidos a regular su temperatura corporal podría ser un objetivo farmacológico para perder peso en los adultos. Las células grasas marrones, que ayudan a los mamíferos a regular la temperatura de su cuerpo, funcionan de manera similar a las células musculares, según han descubierto los investigadores.
Cuando el cerebro envía una señal a la grasa parda para que comience a quemar energía para generar calor, las células se vuelven rígidas, lo que desencadena un camino bioquímico que termina con estas células quemando calorías para obtener calor. El equipo de investigación multidisciplinario de bioingenieros e investigadores metabólicos desglosó los pasos de esta vía e identificó una posible forma para que los fármacos activen las células de grasa marrón.