
Redacción OMENT
De acuerdo a los nuevos Estándares de Atención Médica de Diabetes 2017 emitidos por la Asociación Americana de Diabetes (ADA American Diabetes Association), es esencial una intervención en el estilo de vida del paciente diabético. Esto para prevenir o retrasar la diabetes y sus complicaciones. En México, la Academia Nacional de Medicina (ANM) en su libro Acciones para enfrentar la diabetes 2015 promueve también un grupo de intervenciones complementarias para el tratamiento de la diabetes, incluyendo cambios en el estilo de vida.
En el Programa de Prevención de Diabetes de la ADA se obtuvo una pérdida de peso de medio a 1 kg por semana al disminuir la ingesta calórica diaria y realizar 150 minutos de actividad física a la semana. Así se redujeron los casos en un 58% a lo largo de 3 años. La pérdida de peso persistente puede retrasar la progresión de prediabetes a diabetes tipo 2.
La ADA menciona que el manejo de la diabetes debe estar centrado en el paciente, sus preferencias, necesidades y valores individuales. Se debe tener como meta el promover un patrón de alimentación saludable en pro de un peso corporal adecuado y metas de glucosa, presión arterial y lípidos, sin enfocarse en ciertos nutrimentos o alimentos específicos. Las estrategias de auto-manejo deben implementarse desde el diagnóstico, con una valoración anual y cuando se presenten complicaciones y/o transiciones en el cuidado de salud del paciente.
Tanto la American Diabetes Association como la Academia Nacional de Medicina indican que si se presenta sobrepeso u obesidad, una pérdida inicial del 5% del peso corporal mejora el control de la glucosa y reduce los medicamentos. El plan de alimentación debe ajustarse a la persona, haciendo énfasis en:
- Consumo de granos enteros, verduras y frutas, en vez de azúcares refinados
- Consumo de leguminosas (frijol, lentejas), lácteos y carnes bajos en grasa, nueces y semillas, evitando grasa saturada y sin afectar la ingesta normal de proteína
- Limitar el sodio a menos de 2,300 mg por día
Ambas instituciones coinciden en que los suplementos herbales o no herbales no están recomendados, debido a que no hay evidencia que indique algún beneficio. Entre ellos se encuentran los suplementos con antioxidantes o de vitamina D. Por otro lado, la actividad física diaria sí mejora el estado de la glucosa en sangre a largo plazo, por lo que se recomienda lo siguiente:
- Niños: 60 minutos de actividad física diaria, con 3 días por semana de actividades de fuerza muscular.
- Adultos: 150 minutos por semana de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa.
- Cuando se esté inactivo por un tiempo prolongado, realizar actividad ligera cada 30 minutos, como ponerse de pie o caminar.
Por último, puede presentarse depresión, angustia o ansiedad en los pacientes, debido a que la diabetes es una enfermedad crónica demandante debido al monitoreo constante de la medicación, actividad física y alimentación. La ADA y la ANM coinciden en que se debe alentar al personal médico a ofrecer tratamiento psicosocial al paciente con diabetes desde la primera visita. Inicialmente al identificar las barreras para ajustarse al tratamiento (incluyendo problemas económicos, laborales o familiares) así como cuando se presente algún cambio en la enfermedad, tratamiento, o circunstancia de vida.
Referencias
American Diabetes Association. Lifestyle Management. Diabetes Care. 2017, 40 (1): S33-S43
American Diabetes Association. Prevention or delay of type 2 diabetes. Diabetes Care. 2017: 40 (1): S44–S47
Academia Nacional de Medicina. Acciones para enfrentar la diabetes: Documento de postura. Mexico: Intersistemas; 2015. Disponible desde: http://www.anmm.org.mx/publicaciones/CAnivANM150/L15-Acciones-para-enfrentar-a-la-diabetes.pdf