
Por OMENT
Niños y adolescentes están expuestos a una variedad de opciones para estar frente a una pantalla; ya sea televisión o dispositivos móviles como son el teléfono celular, las tabletas, o la computadora. Mientras esta era de avance tecnológico puede beneficiar a la sociedad, la Academia Americana de Pediatría pone enfásis en que un uso excesivo puede representar un riesgo para la salud. Esto se debe, entre otras razones, a que fomenta el sedentarismo aumentando el riesgo de obesidad y otras enfermedades crónicas.
La Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el uso de pantallas en niños menores de 2 años de edad. Los niños de 2 a 5 años no deben pasar más de 1 hora al día en esta actividad, la cual debe incluir contenido educativo de calidad y debe estar guiada. Para los niños mayores de 5 años, adolescentes y adultos, la Organización Mundial de la Salud recomienda un tiempo frente a pantalla menor a dos horas al día. En esta categoría entran la televisión, los dispositivos móviles como los teléfonos celulares y las tabletas, además de las computadoras y los videojuegos.
En México, el 77.3% de los niños de 10 a 14 años no cumplen con esta recomendación, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016. Hay poca distinción por género, siendo la población masculina la que más incumple (79% versus 75.6% en mujeres). Situación preocupante considerando que 33.2% de los niños y el 36.3% de los adolescentes mexicanos presentan sobrepeso u obesidad.
Los niños que ven la televisión más de 5 horas al día tienen cinco veces más riesgo de padecer sobrepeso u obesidad que aquellos que no ven o la limitan a 1 hora diaria. En un estudio realizado con casi 4, 500 niños en el Reino Unido se encontró que aquellos niños que excedían el tiempo frente a pantalla recomendado tenían mayor acumulación de grasa corporal, así como un mayor riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. Esto independientemente de su actividad física y nivel socioeconómico.
Tener la televisión en la recámara también se asocia con un mayor riesgo de obesidad. Ver televisión en exceso puede afectar el balance energético del niño en ambos lados de la balanza; promoviendo un aumento en la ingesta calórica, ya sea por el hábito de comer mientras se ve televisión y/o por la exposición de publicidad relacionada con alimentos, y al mismo tiempo obstuyendo la práctica de ejercicio.
Esudios indican que el 76% de los niños utilizan al menos una red social, mientras que el 70% mantiene un portafolio de opciones (Twitter, Instagram, Snapchat). Por otra parte, los videojuegos son muy populares, pero altamente adictivos. Ya incluso se habla de un desorden por el uso excesivo de video juegos, el cual está en revisión por la Academia Americana de Psiquiatría para ser incluído dentro de los trastornos mentales. En Estados Unidos han encontrado que alrededor del 8% de los adolescentes cumple con el criterio de diagnóstico para este desorden.
También el uso de dispositivos durante la noche altera los patrones de sueño. La luz de los dispositivos móviles (especialmente la azul) y actividad frente a pantalla antes de la hora de dormir afecta los niveles de melatonina (hormona que regula los ritmos circadianos) relacionada con los patrones de sueño-vigilia. La falta de horas de sueño se relaciona con obesidad debido a que se presenta aumento de apetito y decisiones poco asertivas al momento de seleccionar calidad y cantidad de alimentos.
Los padres se enfrentan al reto de cómo poner un límite al tiempo frente a pantalla en casa. Para lograrlo se recomienda implementar las siguientes estrategias, entre otras:
- Retirar la televisión de la recámara, y evitar que los niños duerman con sus teléfonos celulares, computadoras, o consolas de videojuegos.
- Utilizar un reloj despertador en lugar del celular para despertarse por la mañana.
- Evitar que el niño haga sus deberes escolares mientras ve la televisión o utiliza cualquier dispositivo móvil.
- Designar áreas libres de televisión y dispositivos móviles, empezando con el comedor.
- Planear actividades en familia sin uso de dispositivos como leer, platicar o jugar.
- Poner el ejemplo como padre al limitar su tiempo frente a pantalla.
- Promover actividades donde se realice actividad física, y asegurarse que el niño esté activo mínimo 1 hora por día.
- Limitar el uso de pantalla antes de una hora de dormir para evitar que interrumpa el ciclo de sueño.
- Asegurarse que el niño o adolescente duerma entre 8 a 12 horas diarias, dependiendo de la edad.
- Monitorear que los videojuegos, aplicaciones y contenido vayan de acuerdo a la edad del niño.
- Evitar utilizar los dispositivos móviles para calmar a sus hijos.
Referencias
American Academy of Pediatrics. Media and young minds. PEDIATRICS . 2016, Pediatrics 138 (5).
American Academy of Pediatrics. Media use in school-age children and adolescents. Pediatrics. 2016, Pediatrics 138 (5).
Nightingale CM, et al. Screen time is associated with adiposity and insulin resistance in children. Arch Dis Child 2017;0:1–5. doi:10.1136/archdischild-2016-312016.