
El Economista / EcoDiario
Utilizando la resonancia magnética funcional, los investigadores estudiaron las respuestas neuronales a las señales de sobrepeso infantil en comparación con adolescentes delgados, observando que los estímulos alimentarios activaban las regiones del cerebro asociadas con la recompensa y la emoción en todos los grupos. Sin embargo, los adolescentes con un riesgo creciente de obesidad tenían progresivamente menos actividad neuronal en los circuitos del cerebro que apoyan la autorregulación y la atención.
«Estos hallazgos sugieren que las intervenciones diseñadas para estimular el sistema de auto-regulación en los adolescentes pueden proporcionar un nuevo enfoque para el tratamiento y la prevención de la obesidad», ha concluido el director del Instituto para la Mente en Desarrollo en el Hospital Infantil de Los Ángeles, Bradley Peterson, quien además es el investigador principal.