
El Economista / EcoDiario
Los cambios en el flujo sanguíneo en los cerebros de niños, adolescentes y adultos jóvenes con enfermedad renal crónica pueden explicar por qué muchos se enfrentan a un mayor riesgo de deterioro cognitivo, según un estudio publicado en la edición digital de la revista ‘Radiology’.
Investigaciones anteriores han relacionado la enfermedad renal crónica, una afección caracterizada por la pérdida de la función renal a lo largo del tiempo, con lesiones en la sustancia blanca portadora de señales del cerebro y déficits en el rendimiento cognitivo. Aunque la enfermedad renal crónica en adultos se asocia con frecuencia a trastornos relacionados con la edad, como la hipertensión y la diabetes, la enfermedad en la infancia a menudo ocurre congénitamente, y aún afecta al desarrollo cerebral y la función cognitiva.