
Bertha Sola FMD / Crónica
Cualquier paciente con diabetes es susceptible a tener problemas en la piel debido a los altos niveles de azúcar –o glucosa– en sangre; no obstante, la probabilidad de desarrollar lesiones o de contraer una infección aumenta en quienes no tienen control de la enfermedad, alertó la doctora Rosario García, integrante de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
Y es que si no existe un buen control de la diabetes se pueden desarrollar complicaciones en varios órganos, incluyendo la piel, la cual puede resecarse, deshidratarse y volverse tan sensible que puede llegar a traumatizarse fácilmente causando heridas que tarden en sanar. “Aproximadamente 30% de los pacientes con diabetes presentan alguna manifestación cutánea a lo largo de su enfermedad”, explicó la especialista.