
Federación Mexicana de Diabetes A.C.
La propuesta de reducir en 50% el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a las bebidas saborizadas que tengan hasta 5 g de azúcares añadidos 1 por cada 100 ml es una medida en contra de la salud de los niños, pues dicho límite en porciones habituales lleva a consumos que sobrepasan el límite superior de consumo de azúcares añadidos establecido por la OMS para mantener una buena salud.
La Directriz Ingesta de Azúcares para Niños y Adultos de la OMS usa el término “azúcares libres” que incluye los incluyen los monosacáridos y los disacáridos añadidos a los alimentos y las bebidas por el fabricante, el cocinero o el consumidor, más los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes, los jugos de frutas y los concentrados de jugos de frutas. Las bebidas azucaradas contienen principalmente azúcares añadidos, particularmente azúcar común (sacarosa) y jarabe de alta fructosa. Por esta razón utilizamos en el texto azúcares añadidos.
Un gran número de los productos que se verían beneficiados con la reducción del 50% del IEPS, si se aprobara esta propuesta, están dirigidos a menores. Es decir, son productos con diseños atractivos para niños y tamaños de envases pequeños, que utilizan estrategias de mercadotecnia para este grupo de edad, como ilustraciones en envases con personajes animados y figuras atractivas para niños, regalos, promociones o sorteos dirigidos a menores de 16 años de edad. Por estas razones es importante analizar el posible impacto de la reducción del impuesto en la salud de los niños.
Los azúcares que están presentes en forma natural en los alimentos se llaman azúcares intrínsecos (por ejemplo la sacarosa en las frutas o la lactosa en la leche). Los azúcares añadidos son los que no están presentes en forma natural en los alimentos, sino que se adicionan a los alimentos o bebidas durante procesos industriales o al prepararlos (por ejemplo los refrescos, los jugos con azúcar y otras bebidas azucaradas).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de azúcares añadidos a menos del 10% de las kilocalorías totales de la dieta y establece que de manera idónea el consumo de azúcares añadidos no debe exceder el 5% de las kilocalorías totales de la dieta, tanto en adultos como en niños (1). Reducir el consumo a un tope de 5% o menos del total de energía debe ser la meta de salud pública.
El consumo de azúcares añadidos, sobre todo en forma de bebidas azucaradas, contribuye al aumento en el riesgo de ganancia de peso y obesidad en niños y en adultos. (2-4). Los niños que consumen mayores cantidades de bebidas azucaradas tienen 55% más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad comparando con aquellos que consumen menos (5) y entre un tercio y la mitad de los niños obesos se convierten en adultos obesos (6). Más aún, existe evidencia de que la introducción temprana de bebidas con sabor dulce en los niños define preferencias por bebidas dulces más tarde en la vida (7-8). Del mismo modo es preocupante la relación que existe entre la ingestión de azúcares añadidos y la caries dental. (9)
Los requerimientos estimados de energía para preescolares con actividad física baja de 3 a 5 años son en promedio de 1353 kcal/ día para ambos sexos (10). El consumo máximo de azúcares añadidas se calcula de la siguiente manera:
– 1353 kcal requerimiento energético total promedio de un niño en edad preescolar
– La OMS recomienda un consumo de azúcares añadidos por debajo del 5% de la ingesta calórica total.
El 5% de 1353 kcal es 68 kcal que al dividirlas entre 4 (1 gr de azúcar aporta 4 calorías) nos dan 17 gr como el máximo consumo de azúcares añadidos por día establecido por la OMS.
http://fmdiabetes.org/reduccion-del-50-a-bebidas-azucaradas-riesgo-para-salud-de-menores/